miércoles, 21 de junio de 2017

Pol Del Sur: Investigaciones Sobre Ciclos Y Secuencias EP // Mimo Violento // Nadie Importante: Un Poquito De Space Country 7''

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 14 de junio del 2017.)

Miguel Conejeros es un personaje histórico de la escena pop independiente chilena. Como ya dije una vez aquí sobre él, formó en los 80s a los extrañísimos Pinochet Boys, suerte de equivalente a lo que en nuestro país fue la marcianaza entidad after punk/no wave Yndeseables. Tras un segundo aire como parte de Parkinson, agrupación indie avanzada a época al sur de Tacna -dos maquetas increíbles, Anaranjado (1991) y De Rey A Mendigo (1992)-, desde mediados de los 90s Conejeros anima el proyecto electrónico Fiat600 (también reseñado aquí).


Hace un par de meses, don Miguel compartió en el grupo Facebook 20,000 Leguas De Viaje Submarino (Un Mundo De Aventuras Musicales) el EP estreno de Pol Del Sur. Puesta individual santiaguina de Pablo Infante, este extended jala el tímpano sin mayor dilación al escoger el músico revivir uno de los principales legados de la variedad kraut rock cultivada en Düsseldorf: el motorik. Apuesta arriesgada en tiempos en que la tecnología parece querer robarse la esencia misma de la Música, pero válida -y sobre todo, exitosa. Ese sonido pulsante, iterativo, incesante, preciso, fluido, hipnótico; cuyo latido moderado puede acelerar o desacelerar según se requiera, nos manda de regreso en Investigaciones Sobre Ciclos Y Secuencias EP a los primeros 70s, a esos días en que las mentes más avezadas del polvorín de ideas que era Alemania alucinaban con las formas ¿utópicas?/¿distópicas? que el Futuro tomaría. Utilizando exclusivamente sintetizadores y secuenciadores analógicos, añádase su buena porción de synth naif a este ostinato postmoderno, y ya tienes un sorprendente y bonito revival de sonido e imaginario sci-fi hi-tech setenteros. Interesante obra de Infante, aplicado alumno de seminales referencias para el pop de vanguardia como Kraftwerk, Neu!, La Düsseldorf y Harmonia. Estaré atento a su siguiente movida -sea o no a través de Pirotecnia, pulcrísima netlabel que descubrí de la mano de PDS.


Un par de años atrás, conocí a Germán Domaica Barrales por esta red social. No transcurriría mucho hasta que el man se animó a compartir conmigo algunos de los delirios sonoros que le iban saliendo como jugando. En paralelo, Mimo Violento, alias de Germán para estos menesteres; se iba haciendo público en los circuitos electrónicos de Santiago. Vaporwave en el más amplio sentido del término, MV tiene composiciones que no recurren a medio sampleo (o al menos no reconocibles de primera impresión), y también “composiciones” que en la práctica son versiones travestidas del repertorio de dominio público -el “Querida” de Juan Gabriel (puajjjjjjj) y el “Sweet Harmony” de The Beloved, por ejemplo, o el “Nothing Compares 2 U” de Sinnead O’Connor. Domaica impregna lo suficiente a su música de la distorsión inherente al vaporwave; aunque, como suele pasar, no te queda claro si es herramienta estética de alucinación inducida o puritito sarcasmo. Entre la mística y la ironía, entre lo etéreo y lo prefabricado, difícil que temas así pasen desapercibidos -esto, a pesar de que, en más de una oportunidad; se ha sindicado al vaporwave como el “muzak” del siglo XXI: por lejos, lo preferiría en malls y supermercados a la habitual andanada de covers en clave de aséptica bossa nova/migrañoso lounge de utilería (pero como hasta para eso somos lerdos los peruanos...).


Y ya que he mencionado a German, durante la segunda mitad del 2016 me comentó que se había unido a Nadie Importante. Este grupo, también santiaguino, ya contaba en su haber con un par de lanzamientos virtuales -A Veces Es Difícil  EP (2013) y Vino Y Clonazepam 7” (2015). En estos títulos, el entonces cuarteto empuñaba una mezcla de pop/rock alternativo, psicodelia, shoegazing, punk, space rock... La centrífuga que mantenía en su sitio cada cosa era en teoría el indie rock. Pero, bien escuchada, más apropiada para describir la chanfainita era la figura de meter todos estos elementos en un mismo saco; y a ese saco, escribirle con grueso plumón negro de fieltro el rótulo de “post indie”.

Así ha sido desde los días en que NI eran Héctor Vinés (batería), Rodrigo Aliaga (guitarra), Simón Arias (bajo) y Felipe Toro (guitarra, voces). Reemplazados Vinés por Raúl Guzmán, Arias por Domaica (que también pone su voz), y retirado Aliaga de la banda; en marzo de este año el terceto ha estrenado nuevo single, Un Poquito De Space Country, que con ese título pareciera decirlo todo. Hay algo de folk en esta versión triate de Nadie Importante, sí, aunque la música sigue siendo una galvanizada aleación slacker de varias influencias. Las que priman aquí son el indie y el shoegazing, bañadas en esa estética lo-fi a que la banda es afecta desde los primeros días de su existencia (2012).


Hákim de Merv 

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