miércoles, 21 de junio de 2017

Divagaciones En Vigilia (II)

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 10 de septiembre del 2013.)

Hace ya algún tiempo, pude ver esa serie de cortos documentales que el gran Armando Robles Godoy dirigió bajo el epígrafe de “El Lenguaje Misterioso” -suerte de “clínica” por entregas, imprescindible para comenzar a familiarizarse con el vocabulario del idioma propio del celuloide. Lo paja es que coincidíamos bastante: recuerdo el final del corto “Los Ruidos”, donde el director demuestra fehacientemente cómo es que una misma toma ya grabada puede sugerir infinidad de sensaciones -nostalgia, horror, suspenso, tragedia, jarana, melancolía- dependiendo de los sonidos con que se le adorne. Por cierto, existe otro corto donde se ocupa solamente de la Música.

Pertenezco a una de las últimas generaciones que crecieron sin cable, y que por tanto tuvieron que conformarse con la mendicidad de la televisión de señal abierta. Recuerdo, como seguramente muchos también lo hacen, esos interminables ciclos de cine mexicano en blanco y negro que programaba el 4, y más ocasionalmente el 7. Las más de las veces era ese cine llorón y tradicionalista, con charros de pistolón y citadinos galanes de impoluta camisa blanca -como dice la canción de La Buena Vida, “Un Actor Mejicano” (Álbum, 2003). Pero a veces te ganabas con un Luis Buñuel, porque para los alelados programadores no importaba quién dirigía si aparecía Jorge Mistral o Pedro Armendáriz. O te ganabas con alguna del gran Arturo De Córdova. Y por ahí se colaban escenas imbuidas de sordidez y maligno surrealismo que te frikean hasta ahora, para qué negarlo.

En septiembre del 2013, estuve en una reuna amical con Jorge Rivas O'Connor (a) Ionaxs y con Dante Izaguirre (a) Xtredan​. Después de años buscándolo por mi cuenta, Jorge al fin me alcanzó el disco debut de Luján, Sonorama (2005). Yo a Luján lo había escuchado a través de los lanzamientos de Dorog Records​, y me parece un músico interesantísimo, capazo en las artes del mash up y en entrarle a los rebotes percusivos del drum'n'bass -de ahí mi interés en su ópera prima, de paso que completaba la colección.


Debo admitir que todavía no me siento a escucharlo como se debe, contentándome a ponerlo en la bandeja para testearlo por encima. Aún así, ese examen superficial ha bastado para quedarme colgadazazazazazazo de un tema que me ha cogido literalmente de los huevos: “Lovers In The Darkness”. Puta madre, aquí viene el drama del crítico. ¿Cómo definir con propiedad lo que es en sí misma esa composición de Luján? Danzón sónico... el gerundense Xavier Cugat en huiros... el maestro Juan García Esquivel en plan de genio loco trip hop... un Tin Tan lumpenesco... un Infante y/o un Negrete delirantes hasta la médula... la escena del sueño en Los Olvidados (1950) del gigantesco director aragonés vuelta de revés y loopeada sin fin... Carajo, qué magnífica pieza de deconstructiva electrónica surrealista -a dos pasos de reavivar viejos pánicos pre-technicolor, como aquella vez en que, solo en mi jato a los 11 años, un sábado por la noche sintonicé el 7 y se me escarapeló hasta el último de los pelos viendo L'Immortelle (1963) de Alan Robbe-Grillet (lyncheana antes de Lynch). Díganme si es que las facciones y el gesto de la hermosa Françoise Brion no los sacude hasta el espanto -tanto como esa persistentemente lastimera trompeta asordinada acompañada de campanazos atonales cargados de revberb del tema de Luján, mientras el totoloche repta opresivo sobre climas oníricos a lo Arto Lindsay circa Noon Chill (1998)...

Descarga en el siguiente link el tema “Lovers In The Darkness”, de Luján.

http://www.mediafire.com/file/u33wo71cki8aprd/Luj%C3%A1n-Lovers+In+The+Darkness.mp3

Hákim de Merv

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